Antes del triunfo de la Revolución de 1959 no existía experiencia alguna en los campos de la planificación territorial, independientemente que ya en esta fecha existía en numerosos países por lo menos una actitud ante la planificación urbana.
En el año 1955 se funda la Junta Nacional de Planificación, que cubría la actividad económica e intentaba un análisis físico. Pero esta institución dedico sus esfuerzos a la proyección de planes que no tenía otro fin que el de saquear y organizar los recursos naturales, con el único objetivo del lucro y las ganancias de terratenientes. La diferencia entre el campo y la ciudad eran cada vez más pronunciada.
Al Triunfo de la Revolución Cubana, esta dedicó grandes esfuerzos para erradicar estas contradicciones territoriales. Por lo que muy tempranamente el 19 de mayo de 1960, se crea la Planificación Física en Cuba como un departamento del Ministerio de la Construcción, es por ello que se dice que nació con la Revolución. Sus metas están dirigidas al ordenamiento racional de los territorios y al mejoramiento de las condiciones de vida de la población.
La Planificación Física en Ciego de Ávila comienza en los años 60’ con dos actividades fundamentales: Catastro y Urbanismo, dirigida desde la provincia de Camagüey. A partir de 1962 se fusiona el Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía (ICGC), en su actividad de Catastro con el Departamento de Panificación Física aglutinando a un grupo de compañeros que encaran los inicios de la reorganización territorial de la actividad agropecuaria y colaboran con la implementación de la Ley de Reforma Agraria en la provincia.
En el año 1976 se realiza la nueva división político-administrativa, donde el Instituto de Planificación Física, pasa a la Junta Central de Planificación hoy Ministerio de Economía y Planificación, como institución adscrita.
El Instituto de Planificación Física es la Entidad Estatal que tiene como encargo social la dirección del Ordenamiento Territorial y el Urbanismo, es rectora del Sistema de la Planificación Física, por lo que orienta, asesora y fiscaliza metodológicamente en materia de planeamiento, gestión y control a las direcciones provinciales y municipales. Elabora propone e introduce en la práctica, las normas técnicas y jurídicas que regulan la actividad.
En el contexto de la implementación de la nueva división político-administrativa se crean las Direcciones Provinciales de Planificación Física (DPPF), subordinadas administrativamente a los Órganos Provinciales del Poder Popular, en este propio contexto Ciego de Ávila pasa a ser provincia y por consiguiente es creada oficialmente la DPPF.
Por los resultados alcanzados en esta institución, en el año 1985 se crean las Direcciones de Arquitectura y Urbanismo (DAU), con funciones de control e información territorial, subordinadas administrativamente a los Órganos Municipales del poder Popular, conformándose así, el Sistema de la Planificación Física con el Instituto como organización rectora de los niveles provinciales y municipales.
En el año 1999, se crean las Direcciones Municipales de Planificación Física (DMPF) en lugar de las DAU, a partir del acuerdo 3435 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministro, las que asumen nuevas funciones de planeamiento y gestión que se descentralizan desde el nivel provincial hasta el nivel municipal, de manera que cada gobierno municipal, sus administraciones y la población, dispongan de una institución de ordenamiento territorial y urbanismo con capacidad de producir y actualizar sus propios instrumentos locales, en un eficiente marco participativo, llamándose este proceso municipalización del planeamiento.
El 28 de septiembre de 2012, en reunión del Consejo de Ministros, se aprobó la propuesta de perfeccionamiento funcional, estructural y composicional de los Institutos de la Vivienda y Planificación Física. Por lo que resultó necesario organizar el traspaso de funciones, recursos humanos, activos fijos, inmuebles y otros medios, del sistema de la Vivienda al de Planificación Física.