Con apenas 13 años de edad, Mercedes Lara Jiménez, vecina del poblado de Patria, en Morón, tuvo la oportunidad con la Campaña de Alfabetización de convertir en realidad el sueño de su infancia de ser maestra.
Cuenta que ella y dos de sus hermanos se acogieron a la convocatoria y en pocos días ya vestían sus uniformes como brigadistas Conrado Benítez y por decisión del municipio los tres alfabetizaron en la zona rural de Caracol, convirtiénose así, su propia casa, en una de las aulas de aquella campaña.
Mercedes, conocida por todos por el sobrenombre de Tica, fue la alfabetizadora de siete vecinos, pero "no fue nada fácil, pues eran personas de avanzada edad que nunca habían tomado un lápiz en sus manos", relata.
Recuerda que entre sus alumnos estaba Prudencio que tenía entonces unos 70 años de edad y acentuados problemas de visión, lo que mereció una atención diferenciada, aunque los restantes también presentaban dificultades, incluso problemas de dicción que los limitaban a aprender a leer.
Como se trataba de guajiros cultivadores de la tierra, fue necesario alfabetizar en distintos horarios, generalmente por la mañana y por la noche, "pero estábamos dispuestas a enseñar en los horarios que fueran necesarios", apunta Mercedes.
Transcurridos 60 años de aquella histórica campaña, Mercedes Lara conserva su carné de brigadista Conrado Benítez, y aunque ya no reside en Caracol, sino en el poblado de Patria, frente al antiguo paradero del tren, mantiene vigente en su memoria aquel innegable aporte que dieron al llamado de Fidel de convertir a Cuba en territorio libre de analfabetismo.