Estudiar las vulnerabilidades funcionales y de la población vegetal constituyen elementos imprescindibles dentro del proyecto que evalúa los peligros, vulnerabilidades y riesgos ante desastres fitosanitarios, que desarrolla el Centro de Investigaciones de Bioalimentos (CIBA), institución científica del municipio de Morón.
Así lo manifestó el licenciado Javier González García, jefe del departamento de gestión de riesgos en este centro quien señaló que la vulnerabilidad de la población vegetal está vinculada fundamentalmente a la densidad de cultivos en una zona de defensa determinada y el diagnóstico fitosanitario que se hace de los mismos.
El especialista explicó que de ello se desprenden acciones necesarias que siempre tendrán en cuenta qué actores están presentes en cada consejo popular, la existencia de medidas de bioseguridad y su cumplimiento, el abastecimiento de insumos, así como los principales cultivos y las condiciones en que se encuentran.
Son estudios imprescindibles que se deben tener en cuenta a la hora de garantizar las atenciones culturales a los principales cultivos con la vista puesta en salvaguardar la actividad agrícola frente a posibles amenazas que, de no controlarse, afectarían una producción de la que depende la alimentación del pueblo.